sábado, 10 de noviembre de 2012

BAILA, BAILA, BAILA


Bifurcaciones, laberintos, conductos, cercanías, caminos, atajos, pasadizos, túneles, encrucijadas, distancias, conexiones, conexiones, conexiones. Hablemos de conexiones
Mantengo una relación definitivamente bipolar, o de amor/odio –rechazo/afinidad-, con la literatura de Haruki Murakami. Conexión, puede ser. Hay libros de Murakami, algunos incluso vitoreados por la crítica como soberbios, deslumbrantes y demás adjetivos grandilocuentes, que no he soportado por diferentes motivos. Tras sesenta o setenta páginas he tenido la terrible sensación de estar perdiendo el tiempo, que, indiscutiblemente, es la sensación más terrible que te puede transmitir un libro. Por aburrimiento, por repetitivos, por excesivos, por raquíticos, por incomprensión, por desilusión, por inapetencia, por desconexión. Conexión.
Eso que se conoce como el “mundo” o “atmósfera” Murakami me ha parecido, con demasiada frecuencia, la excusa perfecta para rellenar una página tras otra y así disimular “que no tengo nada que contar”, insistiendo en los mismos personajes, modelos y situaciones una y otra vez. Aún así, siempre le he perdonado a Murakami el anterior “patinazo” y he tratado de reencontrarme con su literatura, o la literatura con la que conecto, en todas sus nuevas entregas. Buscando la conexión.
En esta relación tan particular que mantengo con Murakami, he de reconocer que estoy atravesando lo que podría definir como una “temporada dulce”, conectamos. Cualquiera de las entregas de 1Q84 me fascinaron, deslumbrantes en ritmo, narratividad, intuición, pulsión. Sensaciones que se han vuelto a repetir con Baila, Baila, Baila, que recientemente ha publicado en nuestro país Tusquets... sigue leyendo

3 comentarios:

Anna Genovés dijo...

No es extraño que sintamos una relación bipolar con determinados congéneres, o incluso con todos. ¿Por qué? Desde mi humilde punto de vista, porque todos tenemos temporadas de asueto y temporadas encrespadas.
Si al nuestro, le añadimos el periodo vecinal, puede suceder que, lo mismo que nos encanta su obra, su cuerpo, su casa, su… Lo que sea, nos repela.
A Murakami, también le sucede… Saludos, Ann@

Nautica dijo...

Muy buenooo!!!!

Salvador Gutiérrez Solís dijo...

Exactamente. Un mismo libro leído en dos periodos distintos nos pueden transmitir sensaciones completamente diferentes. Forma parte de la magia, de la vida!!!