jueves, 21 de marzo de 2013

COMO SE LLAME

Ya no valen las excusas de antaño, conectados en todo momento. El limbo de la soledad premeditada se convierte en una utopía, tu última conexión te delata...

Pero qué daño más grande le ha hecho el WhatsApp o guasá –o como se llame- a las relaciones personales, sobre todo a las relaciones de pareja. Bueno, los guasás y todos estos artilugios modernos con los que supuestamente cada día estamos más interconectados, pero que al mismo tiempo, qué paradoja, cada día estamos más solos. Dicen que el desarrollo de las Nuevas Tecnologías es siempre signo de evolución, de avance, pero yo empiezo a tener mis dudas, pero muy serias. Recuerdo cuando en mi casa no había teléfono, no hace tanto tiempo, y que nos llamaban –dos o tres llamadas al año- al de mi vecina Pili, la cual nos avisaba por el patio de luz. Aunque Pili y su familia nunca tuvieron el menor problema en cedernos su teléfono, todo lo contrario, constituía una pieza más de la fraternidad casi familiar que establecimos, con el paso del tiempo tuvimos nuestro propio aparato. Es para que nos llamen, nos advirtió mi padre, aunque la advertencia no duró mucho. Comenzamos a desarrollar ese odioso estado de “estar localizado”, con lo tranquilo que uno vive en el limbo. Después pasamos al contestador automático, todavía lo conservo, uno de esos aparatejos con aquellas diminutas cintas grabadoras que reproducían unas voces ininteligibles y monstruosas. Nos localizamos aún más con la llegada de Internet, no hace tanto, no hace tanto, y dejamos de pegar sellos en los sobres. Adiós a aquellas maravillosas cartas a las que dedicabas media tarde y que, como novelistas en ciernes, nos entregábamos a rellenar hasta el final tras un primer párrafo entusiasta y folio y medio de escritura rutinaria, a modo de diario. Costaban dinero y, sobre todo, costaban esfuerzo, comprar los utensilios, depositarlas en el buzón, y por tanto aprovechábamos cada nuevo envío. Los coleccionistas de postales mantienen ese espíritu epistolar perdido.
No creo que haya una herramienta de comunicación que haya conseguido atarnos, esclavizarnos, en tan breve espacio de tiempo como el teléfono móvil... sigue leyendo en El Día de Córdoba

martes, 19 de marzo de 2013

IMPRONTA. EL NUEVO TRABAJO DE LORI MEYERS

La espera ha merecido la pena, ya ha llegado a las tiendas Impronta, el nuevo disco de Lori Meyers. Por simple acumulación, deberían analizar el agua de Granada...

lunes, 18 de marzo de 2013

EL REGRESO DE GERMÁN BUENAVENTURA, EL NOVELISTA MALALECHE

Literatúrame reedita en formato electrónico las tres primeras entregas del Novelista Malaleche. La primera novela de la saga, ya la puedes encontrar aquí a un precio muy muy asequible. 
Germán Buenaventura, un escribidor de provincias hipó­crita, fracasado y malaleche, recibe una llamada telefónica que va a cambiarle su vida: el cacique de la ciudad, el millo­nario oficial, el todopoderoso patrón don Arturo Ballesteros, tiene un encargo para él.

Acompañando a Germán Buena­ventura en sus disparatadas peripecias, el lector descubrirá que esta novela es, principalmente, un crisol de parodias: de géneros literarios, de novelas y películas famosas, de la arrai­gada incultura e intolerancia que sobreviven en algunos sectores sociales y poderes fácticos, del vanidoso y medio­cre mundillo literario, de la estupidez humana en general.

Novela que se sumerge voluntariamente en los tópicos más comunes, al tiempo que enlaza con tradiciones como la novela picaresca, el esperpento o el tremendismo, para expresar con descaro y humor el grotesco comportamiento humano.

jueves, 7 de marzo de 2013

EL ESCALADOR CONGELADO, HAN DICHO...



Retrato de una generación.  El Cultural (El Mundo)

Historias que son como la vida misma. Babelia (El País)

Una novela hecha de diminutos detalles. (Me Gusta Leer)

Novela especialmente atenta a la intemperie que nos rodea. (Brújulas y Espirales)

Personajes inolvidables. (Mundo Macgregoriano)

Nos podríamos ver reflejados cualquiera. (Liberty Café)

En la mejor tradición de la narrativa contemporánea. (Mercurio)

Vidas cruzadas y lenguaje directo. (La Tormenta en un Vaso / Culturamas)

lunes, 4 de marzo de 2013

COSECHA CINEMATOGRÁFICA

2012 fue un buen año cinematográficamente hablando, producto nacional e internacional. Varias películas podrían haber sido reconocidas con los premios más prestigiosos.
Me temo que como pronosticador no tengo ningún futuro, y que podría acabar en el grupo de “hombres del tiempo” y/o en el de “vaticinadores electorales”, esos grupos donde se admiten la desviación del resultado y hasta el error más evidente. Mis pronósticos cinematográficos no se han cumplido –o se han cumplido muy poco-, ni aquí, ni en los alopécicos Oscar. Evidentemente, mis pronósticos se argumentaban en mis gustos personales, la objetividad la dejo para los profesionales del sector. Reconozco que en los Goya tenía el corazón dividido, que la cosecha cinematográfica del pasado año ha sido sencillamente excepcional. Cuando el ministro Wert nos hace sus cuentas sobre el cine español nos dice una verdad a medias, sobre todo en lo relativo a los resultados económicos. Pretende reducir el daño que está causando la subida del IVA en la Cultura, que es terrible e inconcebible, ofreciéndonos datos obtenidos por producciones realizadas con anterioridad a la subida y, en segundo lugar, apoyándose en fenómenos cinematográficos que escapan de la media, y que no suelen ser habituales en España. Desgraciadamente, los devastadores efectos de la medida los comprobaremos en el medio plazo. El cine español, poco a poco, está consiguiendo desprenderse de ciertos estereotipos que lo han encorsetado durante demasiado tiempo. Hablemos de la gran ganadora en la última edición de los Goya, la Blancanieves de Pablo Berger, poética interpretación del clásico infantil a través de multitud de tópicos y señas de identidad, andaluzas especialmente. Es una hermosa historia la que nos ofrece Pablo, una de esas cintas en la que te reconcilias con el cine como una verdadera disciplina artística.
Muy pocos se habrían sorprendido si los galardones hubieran ido a parar al zurrón de Grupo 7. Es una pena que los premios no se puedan compartir, ya que la película de Alberto Rodríguez... sigue leyendo en El Día de Córdoba