domingo, 17 de mayo de 2015

UNA ÚLTIMA CUESTIÓN, CARMEN MORENO

Prosigue la jovencísima editorial gaditana Cazador de Ratas ofreciendo nuevos y sugerentes títulos, con un denominador común: la calidad. Una última cuestión, de Carmen Moreno, es el mejor ejemplo para ilustrar la afirmación. Una autora que conocimos gracias a su vertiente poética, donde no tardó en mostrarse como una personalísima y sugestiva voz a tener muy en cuenta. También la hemos conocido en su faceta de dinamizadora y comunicadora cultural, merced a su colaboración con multitud de eventos e instituciones, en muy diferentes actividades, todas ellas llevadas a cabo con gran eficacia y pasión. Y desde hace pocos meses, Carmen Moreno nos muestra una nueva faceta: narradora.
Su debut se produjo en 2014 con Principito debe morir, una relectura futurista del clásico de Saint-Exupéry, en el que esta autora gaditana demuestra no temer los riesgos y, sobre todo, no estar encasillada en un género en concreto, como tampoco en las técnicas y lenguajes a emplear. Y así, en Una última cuestión, el título que nos ocupa, se adentra en la novela negra. Pero, tal y como exhibió en su primera obra narrativa, Carmen Moreno asume riesgos y se aleja de la “novela negra al uso”, esa a la que nos estamos acostumbrando con tanta frecuencia, en los últimos tiempos, desgraciadamente, donde se repiten tramas y personajes.
En Una última cuestión, Carmen Moreno se abraza al género, demuestra en cada línea que no le es un lugar extraño, no transita de puntillas, temerosa de caer en cualquiera de sus trampas, todo lo contrario. Cumple con lo que podríamos definir como ‘decálogo’ del género, es respetuosa, pero esto no impide que aborde un sinfín de temas, como son la actualidad de nuestros días, las nefastas consecuencias de esta interminable crisis, la obsesión por la fama y el dinero fáciles y, sobre todo, la desigualdad de género.

Carmen Moreno visibiliza esas mujeres coraje, que no se amedrentan ante las adversidades, y que suelen ser invisibles en nuestras vidas y, por tanto, también en la Literatura. Verónica Lago, la indiscutible protagonista de la novela, y que tanto nos recuerda a una célebre actriz de los años dorados, representa en gran medida a ese prototipo de mujer invisible que Carmen Moreno coloca sin pudor bajo los focos. Igualmente, Una última cuestión rezuma cotidianidad. Y es que lejos de esa novela negra que nos muestra secuencias y personajes que escapan del decorado de nuestros días, Moreno no duda en incorporarnos a su trama, consiguiendo que desde el principio, sin artificios, de manera natural, nos sintamos identificados con lo que leemos... sigue leyendo en La Tormenta En Un Vaso 

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