domingo, 7 de septiembre de 2014

MUERTE EN EL BOSQUE, SHERWOOD ANDERSON

Sencillo, pulcro, eficaz y poderoso. Los cuatro adjetivos con los que calificaría la narrativa de Sherwood Anderson y que, con toda probabilidad, son los cuatro adjetivos a los que debería aspirar cualquier cuentista. Y así, uno a uno, sencillos, pulcros, eficaces y poderosos son los trece cuentos que encontramos en esta compilación, agrupados bajo el título del primero que aparece, y tal vez el más brillante, y también desconcertante, Muerte en el bosque.
Si en Literatura existe eso que conocemos como Justicia, cualquiera sabe lo que es ya a estas alturas, no me cabe duda de que esta edición de Traspiés lo es. E incluyo en el reconocimiento la traducción e introducción de Miguel Á. Martínez-Cabeza, soberbias en claridad, precisión e intención. Artista menor o escritor secundario son algunas de las injustas denominaciones que hemos encontrado para definir a Anderson a lo largo de los años, cuando es un ejemplo de autor a recuperar, sepultado injustamente por la novedad, por la actualidad, por las modas y hasta por los que siguieron su camino.
En Muerte en el bosque, así como en el conjunto de su obra, Sherwood Anderson nos muestra la extrema aspereza de la vida en la montaña, el sabor del güisqui destilado en oscuros graneros, la soledad de un nevado invierno en la cabaña, la paciencia del pescador de truchas o el esclavista trabajo en las plantaciones de algodón. Pocos autores han reflejado la América rural, la más profunda, la que hunde sus pisadas en la tierra, con tal nitidez y realismo. Pero, sin embargo, Anderson fue mucho más allá, y nos contó, a través de su obra, el transito de esos agricultores y ganaderos a las grandes ciudades.
Y asentados en las grandes ciudades, los personajes de Sherwood Anderson se enfrentan y desarrollan nuevas casuísticas, en consonancia con el hábitat al que se han incorporado. Novedosos problemas de pareja, la ambición por la posesión, la carrera por hacerse con una “posición social” destacada, el vendaval de las tendencias, la falta de identidad, la desconocida y desgarradora soledad de la gran ciudad.

Los relatos de Muerte en el bosque nos muestran esa transición, esa revolución o éxodo, la conformación de una nueva sociedad y, por tanto, de un país. Sencillo, pulcro, eficaz y poderoso, y preciso en el retrato, la narrativa de Anderson se sumerge en las inquietudes y vacilaciones de sus personajes, y nos ofrece ese otro lado que habitualmente permanece en la intimidad, oculto de nuestras miradas.

Lee la Doble Mirada en La Tormenta En Un Vaso

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