jueves, 3 de enero de 2013

EL ESCALADOR CONGELADO EN MERCURIO

Reseña de El escalador congelado en la Revista Mercurio a cargo de Julio Neira

El cordobés Salvador Gutiérrez Solís, nacido en 1968 al tiempo que la ilusionante utopía de un orden basado en la paz y el amor y no en la guerra ni la economía, narra en El escalador congelado el amargo despertar de los sueños de su propia generación. Debutante con La novela de un novelista malaleche (1999), que le hizo finalista del Premio Nacional de la Crítica, personaje recuperado en El batallón de los perdedores y Guadalajara (2006), y tras El orden de la memoria, sobre la construcción y deconstrucción de la memoria como fundamento de la identidad personal, nos ofrece ahora una novela coral de existencias que se cruzan, en la mejor tradición de la narrativa contemporánea. Vidas que se encuentran en espiral en torno a Jesús y Susana, pareja cuya relación sufre la usura del tiempo (“Años de espera, años aburridos, tensos, tercos, feos. Llegaron años duros, vidas diferentes”). Personajes de una realidad actual, cercana y reconocible: funcionarios desmotivados, cocineros admirados, empresarios de éxito, prostitutas eslavas, publicistas, que compran en grandes superficies, salen a cenar los viernes por la noche, cocinan los fines de semana y sueñan aunque teman hacerlo, disconformes con una vida que no les gusta, y que afrontan aferrándose a la juventud a toda costa, confundiendo “edad adulta” con “rutina”, o acomodándose a la realidad, con la inevitable sensación de derrota que comporta.
Suturados con gran maestría argumental y dominio del ritmo narrativo, los cruces de los distintos personajes nos permiten completar un mosaico generacional de quienes rondan los 40 años, edad en la que ha de escogerse entre intentar, tal vez por última vez, alcanzar nuestros sueños o aceptar que nuestra vida no será como nos habíamos propuesto. Se trata de una generación peculiar, crecida sin una dictadura contra la que luchar en la España de la movida, de la libertad, de la democracia, de la transigencia en la sexualidad.... sigue leyendo

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