El
paraguas se encuentra de plena actualidad, más que nunca. Como concepto, como
objeto, como metáfora, como ilusión, como protección; TT en las redes sociales
sin clave ni contraseña, TT emocional y real, cómo si las emociones no fueran
reales, las más reales. El paraguas que nos anuncia que ha llegado el otoño con
sus lluvias –qué llueva, qué llueva- y sus árboles pelones, el paraguas que nos
acoge y protege, que se comporta como una burbuja –no inmobiliaria- y nos
resguarda de las inclemencias del exterior –cada vez más inclementes y
canallas-. Y ese paraguas, con su silueta adherida, que golpea nuestras
ventanas y puertas, corazones y ojos, para pedirnos, con buenos modos y voz
dulce, que dejemos entrar la poesía en nuestras vidas –una temporadita, por lo
menos, al año-. Sí, ha llegado Cosmopoética. Y yo me alegro de su llegada este
otoño muy especialmente. En este tiempo de recortes y amputaciones, de
cuestionar permanentemente lo que hemos conocido como Estado de Bienestar –y
que acabará llamándose, si nadie lo remedia, Bienestuvo (gracias Silvia por la contribución)-, de vaticinar un
inmediato futuro atroz y encanijado –cómo se puede proclamar con tanta
facilidad que nuestros hijos vivirán peor-, es de agradecer que Cosmopoética
celebre una nueva edición, bajo la dirección de Joaquín Pérez Azaústre. La
metáfora o la definición real del paraguas alcanzan su mayor dimensión ahora,
en Córdoba, al menos queda una burbuja en la que poder seguir respirando –aire
no viciado, incluso con oxígeno puro.
Tras
el batacazo de la Capitalidad, batacazo más que anunciado y casi premeditado,
por otra parte, para qué nos vamos a engañar, y unido a esta oleada
indiscriminada de recortes, amputaciones y demás tajos, temí que llegará el
páramo, el desierto, la nada, en todo lo relativo a la Cultura, a nuestra
ciudad. Mantengo lo que repetí tantas y tantas veces, lo importante no era la
meta, la distinción, la leyenda en la entrada –en el arcén de la autovía-, era
el camino, y en algunas cosas, reconozcamos lo positivo, aunque seamos
cordobeses –y nos cuesten estos ejercicios-, hicimos parte de ese camino.
Cosmopoética, junto a otras iniciativas, bien en forma de ladrillos o bien bajo
el envoltorio de un evento concreto, es pieza fundamental de ese camino, que debemos
seguir recorriendo, porque el premio o la distinción es más sociedad, más
cultura, más Córdoba, en definitiva. Austeridad, sí, siempre, no creo que sea
necesario que se produzca una situación económica complicada para que se
practique con lógica y rigor. Recortes, depende. En Educación, no, en Bienestar
Social, no, en Salud, no, en Cultura, no. Determinados recortes esconden una
reducción de derechos, pero también una reducción drástica de posibilidades,
sobre todo cuando se llevan a cabo en Educación y Cultura. Sin olvidarnos,
siempre se olvidan de contárnoslo, que muchos recortes son directos
responsables del aumento del desempleo. Y en este sentido, las industrias
culturales siempre son las más indefensas, las primeras que sufren las
consecuencias de presupuestos reduccionistas.
Cuando
el paraguas toma las calles de Córdoba no sólo es porque ha llegado la deseada
y más que nunca necesaria lluvia, bienvenida coincidencia en esta ocasión,
también porque es tiempo para la poesía. Y ahora más que nunca la necesitamos.
Poemas en el autobús, en los colegios, para mayores, en la Red, poemas cantados
y poemas a la luz de la Luna, poemas de poetas anónimos y poemas para los
privados de libertad. Me encanta que se contradiga a la ya célebre canción –de
Golpes Bajos-, son buenos tiempos para la poesía, hagamos que lo sean.
Recurramos a la metáfora de la imagen, el paraguas que nos protege de la que
está cayendo –cómo cae-. Que ya quisiéramos todos que sólo fuera agua, pero no,
la poesía puede ser un magnífico antídoto. Celebremos que Cosmopoética nos
visita de nuevo, toca disfrutarla con entusiasmo y energía de presente y
despedirla, cuando toque, con un hasta luego de seguro regreso. Necesitamos que
permanezca entre nosotros y que nos proteja con su paraguas –incluso cuando
escampe.
El Día de Córdoba
1 comentario:
Creo que incluso han acertado con la fecha. Una pena sacrificar Eutopía, pero todo era imposible. O al menos eso nos quieren vender.
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