martes, 3 de enero de 2017

LO INTENTAREMOS


No nos olvidemos de los ejercicios para nuestra mente y espíritu, que son tan importantes como los corporales. Mens sana in corpore sano.
 
Estoy recopilando, con esmero y dedicación, con infinita paciencia, todas esas recomendaciones, consejos o prácticas de hábitos de vida saludable que nos conducen a una vida más sana y, por tanto, extensa. Las velas en la tarta se acumulan, comienzo a verle las orejas al lobo y hay que empezar a plantearse esto, lo que sea y lo que dure, de otra manera. Ya sabe, nuevo año, vida nueva, propósitos y enmiendas, todas esas cosas que se dicen por estas fechas y que raramente cumplimos. Pero que yo este año que comienza voy a cumplir, sí, esa es mi propuesta, el eslogan de mi campaña electoral y como poco lo voy a intentar, claro que sí, con ahínco y decisión, con todas mis ganas. Ya he recorrido camino, empinado y arenoso, muy jodido, que cumplo siete meses sin fumar, que se dice pronto, que lo dice un fumador gozoso de serlo, que sigo soñando con humo y cigarrillos, que tengo más monos que una reserva africana, y es que es más dura y profunda la adicción de lo que podemos llegar a imaginar, que el que la ha sufrido o sufre sabe de lo que hablo. Superada o muy superada esta prueba, sigamos con las otras. Dicen que es recomendable beber dos litros de agua al día, que te limpian y purifican, dicen que el té blanco nos rejuvenece, que con medio litro es bastante, dicen que una cerveza al día es sinónimo de salud, que una copa de tinto es más que recomendable y que otra de güisqui es esencial para nuestro corazón. Zumo, no nos podemos olvidar, de naranja y de granada, combinando vitaminas y efectos antioxidantes. También he leído de los componentes positivos del café, que hay que tomar un par de ellos al día, como poco, que es fenomenal para nuestro estómago. Si sumo todas las bebidas, me salen cuatro o cinco litros diarios, y no cuento los meses de verano, donde se recomienda la ingesta de gazpacho, que es un aporte vitamínico de primer nivel. Lo intentaremos.

Ahora anotemos los alimentos. Hay que tener muy en cuenta los de temporada, eso siempre, pero hay que compaginarlos con ciertas reglas. Por ejemplo, comenzar el día con un poquito de magnesio y calcio, que nuestros huesos nos lo agradecerán, Plantaben, para el tránsito intestinal, bayas de goji, que tienen no sé cuántas propiedades y semillas de chia, que es la última moda; legumbres tres veces a la semana, dos veces pescado, verdura y fruta todos los días, cinco piezas es lo recomendable, sobre todo entre horas. Solo un día de carne, una rebanada de pan cada mañana, miel, nada de azúcar, sal la justa, y qué más, seguro que se me olvida algo, que son muchas las recomendaciones y los alimentos que nos benefician –y hasta nos eternizan-. El kiwi en ayunas, que no falte, que no se nos olvide. Por supuesto, aceite de oliva en vena, pasta sin miedo, reducción progresiva de lácteos y demás grasas. Un puñadito de frutos secos, fundamental. Seguro que me dejo algo en el tintero o, mejor, en el súper, pero es que me queda mucho por enumerar. Prosigamos por la actividad física, media hora de bicicleta todos los días, lo mismo de andar ligero, que dicen es el mejor deporte y un par de días de natación; el yoga nos va a venir de maravilla, que aprenderemos a relajarnos... sigue leyendo en El Día de Córdoba

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