Pues parece que ya nos hemos hartado, que estamos
cansados, aburridos y alarmados, puede que asqueados, por la vigencia de las
llamadas redes sociales en nuestras vidas. O eso al menos es lo que nos dice el
CIS, ese organismo del que dudamos o alabamos según nos muestre una realidad
que nos guste o no. ¿Hay más de una realidad? Ya lo creo, tantas como colores. En
el estudio en cuestión, el CIS nos indica que un 60% de los españoles cree que
las redes sociales, y muy especialmente el WhatsApp, nos alejan de nuestras
familias, nos entretienen en demasía, vaya, hasta el punto que un 44% entiende
que han sido causa de distanciamientos y conflictos familiares. Y es que más de
uno y una han escrito en el grupo que no debían o se les ha colado un
destinatario indebido, que me sé yo de algunos casos, de terribles
consecuencias, por cierto. A eso lo llaman el carrito de los helados. Eso sí,
un 42% de los encuestados reconocen que usan constantemente estas aplicaciones.
Constantemente es todo el día, de la mañana a la noche. O sea, que las redes
sociales son como esa costra que nos cubría la rodilla, tras la correspondiente
caída en aquellos campos de fútbol de chinarros y arena, que aunque nos doliese
mucho hacerlo, se me saltaron las lágrimas en más de una ocasión, no podíamos
dejar de arrancarnos. O sea, que las siglas RRSS podrían también significar Rollos
Sociales, Riñas Sociales, Rifirrafes Sociales y hasta Rupturas Sociales, vaya
que sí, si tenemos en cuenta los datos arrojados por el estudio del CIS, y alguna
experiencia conocida o vivida.
Sin dudar en ningún momento de las conclusiones
extraídas por el estudio del CIS, eso vaya por delante, tengo la impresión que
las cifras no coinciden con la realidad o que, más bien, respondemos en las
encuestas con justamente lo contrario de lo que hacemos, que también es una
posibilidad a tener en cuenta. Porque eso no es lo que veo a mi alrededor, ya
sea en la calle o en mi propia casa. Adolescentes que hablan solos, a las
pantallas de sus móviles; auténticos velocistas de la escritura, a más de uno y
una no se le ven los dedos; descubridores de aplicaciones varias, tematizadas
según la temporada; solicitantes de empleo que incluyen en sus currículums:
administradores de grupos; retransmisiones de vidas en directo, con frecuencia
retransmitiendo cosas que no importan nada o no deberían importar nada, y ya no
sigo que la lista podría ser infinita, me temo. Es muy común decir eso de
“estoy harto del guasa y me voy a dar
de baja de todos los grupos en los que me han metido, que vaya presión que
tengo”, todos lo hemos dicho alguna vez, y a mí me recuerda a lo de “me voy a
fumar mi último cigarrillo” o “mañana me levanto a las seis y me voy a correr”.
Pues eso... sigue leyendo en El Día de Córdoba
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