por qué la casa en ruinas por qué él por qué ella
por qué el verano de mil novecientos setenta y uno
qué tuvo que pasar qué clase de química por qué
la huelga en el sector metalúrgico por qué el atasco
por qué llegaron rendidos y aún así se besaron
como si mi vida les fuera en ello
Nos
acerca el calendario a una de las fiestas, hay que entenderla como una
auténtica fiesta, que más celebro y disfruto a lo largo del año: la Feria del
Libro. Los libros abandonan su hábitat habitual, los anaqueles de las librerías
y demás establecimientos, y salen a la calle, a nuestro encuentro. Por unos
días, benditos días, ojalá se extendieran a todo el año, lectores, autores,
editores, librerías y libros coinciden en el mismo espacio, en la calle,
naturalizamos ese momento que la mayoría disfrutamos en la intimidad, y lo
compartimos con los demás. Más allá de las ventas, que son esenciales para
mantener el sector, el triunfo de la Feria del Libro es ese, el acercamiento,
el convertir en cotidiano un acto que debería ser casi una necesidad, puede que
biológica, seguro que espiritual, leer, tener un libro –en cualquiera de sus
formatos- entre las manos. La llegada de la Feria para mí ya es un motivo de
alegría, pero este año con mayor intensidad gracias a la publicación de Fuera de campo, que es la recopilación
de la poesía completa de Pablo García Casado. Sucede, y en Córdoba sucede con
mucha frecuencia, mucho más de lo que sería deseable, no valoramos lo que
tenemos cerca. Lo que entendemos como cotidiano, como próximo, uno más, al que
vemos jugando en el parque con sus hijos, o comprando pescado en el mismo
puesto del mercado que nosotros, o tomándose una caña en el mismo bareto de la
Corredera, no le reconocemos su verdadera dimensión, reducimos esa dimensión.
Puede que sea un efecto de lo cotidiano y cercano, no lo sé, pero no me gusta
ese efecto que tan bien manejamos en esta ciudad.
No me cabe duda de que Pablo García Casado puede ser el poeta en lengua
española más influyente, sorprendente y original de las últimas dos décadas. Y
a los hechos me remito. A Pablo le han bastado tres libros, tres poemarios,
para consagrarse y, sobre todo, mostrarse, como una voz única y diferente. Todo
comenzó en Las afueras, un libro
sobre... seguir leyendo en El Día de Córdoba
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