domingo, 11 de octubre de 2009

EL ORDEN DE LA MEMORIA EN MASQUEPALABRAS



orden portadaEL ORDEN DE LA MEMORIA

Autor: Salvador Gutiérrez Solís

Editorial: Destino

ISBN: 978-84-233-4155-9

Páginas: 298

Reseña realizada por Angi Sansón.

Salvador Gutiérrez Solís es un escritor cordobés que sorprendió a los lectores en 1999 con “La novela de un novelista malaleche”. Desde entonces ha publicado, “El sentimiento cautivo”, “El batallón de los perdedores” y la biografía “Barnaby Conrad, una pasión española”. Su lista de premios literarios es casi la misma que la de libros publicados.

Su última novela, “El orden de la memoria”, surge tras la lectura de un poema de Raymond Carver (cuya lectura está al final del libro) y de ver una película que Gutiérrez Solís relacionó con el poema. Así surge el acto creativo, de forma aleatoria y sin avisar.

Eloy Granero, presidente de la empresa familiar por herencia, recibe entre su correspondencia una foto cuya imagen quisiera borrar. Sólo Claudia, la dueña de la tienda de fotografía, puede haber tenido acceso a ella, del mismo modo que ha tenido acceso a todas las fotografías que Granero ha hecho a lo largo de su vida. Sólo Claudia ha tenido en sus manos las instantáneas de la vida de este hombre.

Dicen que en la mente de un asesino no hay nada. Yo la imaginaba llena de odio, rabia y maldad. Pues no, nada. Y después de leer la novela de Salvador Gutiérrez Solís, quizá tengan razón. A pesar de estar relatada en tercera persona, el autor no hace un análisis psicológico de Eloy Granero, ni busca en los entresijos de una mente atormentada. Simplemente, relata su vida, los hechos, sus manías, sus deseos. 300 páginas dedicadas a mostrar el perfil de un hombre al que acabas conociendo tanto como a alguien cercano. Será el lector, si así lo quiere, el que emita un juicio de valor sobre la persona del protagonista y sus actuaciones. Ni siquiera el propio Granero se cuestiona a sí mismo, da la sensación de no tener conciencia, por tanto tampoco capacidad de juicio.

La fotografía como documento, como testigo de la memoria de una persona, es relevante: “La fotografía, con frecuencia, es el orden de la memoria”. Del mismo modo, que la obsesión por el aprovechamiento del tiempo.

La novela es precisa, sin adornos, tal cual. Planea en su lectura la influencia de la erótica del poder pero, repito, sin cuestionarla, sólo evidenciándola.

Eloy Granero es un hombre débil y descontento consigo mismo, lo que le hace querer acercarse a modelos nocivos y perniciosos. En un momento en el que la actualidad nos golpea con demasiada frecuencia con la desaparición y muerte de chicas jóvenes, resulta exasperante descubrir que detrás del asesinato de alguien, no existe NADA, sólo una extralimitación de personas vacías.

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